Atenta como simpre |
Mi no ser
Porque duele y en lo más profundo de mi no ser, porque nunca lo fui, y ahora menos. Ya la nada hace lo suyo, el vacío limpia tu espacio, las lagrimas secan la sal, que derramaron mis labios. Porque estás ahí, ausente de mí, cerca del infinito, lejos de la realidad. La eternidad tocó mi puerta y con ella llegó la soledad, dos visitas...Inoportunas. ¡Qué diablos! Les abriré la puerta.
Tú en mí
Debo estar perdiéndome, la locura esta cerca, hoy te vi pasar. ¿Serías tu? O es mis ganas de verte. A diario creo que huelo a ti y he decidido no bañar mi alma para conservar tu aroma. Mis labios están sin mojarse para conservar tus besos. Mi sonrisa te imita; mis frases me salen tan a ti que pienso con tu forma y miro con tu panorama. Casi no me veo, tu reflejo tapa mi cara, casi no me siento, tu silencio mueve mi habla, pero ante la presencia de tu ausente ser, está la ausente presencia de mi no ser.
No existes
Espeso, es lo que respiro. El aire va desgarrando mi nariz, es tan denso el oxígeno que abre mi pecho; lo estruja, lo devora. Doloroso, es lo que provoca. Se confunde con la falta de aire, arde en su recorrido, quema su quietud. Inexplicable, es la sensación. Que aun viva y respirando hace que me sienta muerta y sin oxigeno. Insípido, es su sabor. Porque aunque suba a mi paladar mi garganta lo retiene hasta sofocar su alcance. Nada, es lo que es. Porque aunque se sienta no existe, porque aun que duela no existe, porque aunque sienta que muera…igual no existes.
Tú no eres la cuestión
Lejano, así te quiero. Tan lejos que no pueda verte porque aunque no te vea, te siento, porque estás en donde menos lo crees. En mi desayuno, en mi taza de café. El humo que sale de él me recuerda a ti. A la mañana en que no te veía, a las palabras que omitía. Estás en mis comidas porque eran las horas en las que nunca discerníamos ni tomaba un minuto de mi tiempo para ti y aun así estabas. Quizás te encuentres en mi cena porque era lo más cercano a ti. Pero aborrezco que lo sea, no porque hubieras estado o ya no estés, sino porque con todos estos recuerdos acumulados existe la posibilidad de que te olvide. Y si estabas en mi desayuno, en la comida y en mi cena, no temo que esto me duela y eso, Amor, no es la cuestión.
Serpientes
Coatzacoalcos: náhuatl: Coat "culebra o serpiente". tzacoalli, "escondite o donde se esconde alguien". "Donde se esconde las serpientes". (Preludio del viaje a la ciudad serpiente de Jesús Gallegos "Mosca").
Es tu cama el lecho oscuro de mi embriaguez
que sin tinieblas llueve en mi vientre,
una lluvia blanca vertida de tu mundo,
como el hoyo negro que es estar sin él.
Ahora testigo de tu ira,
quiero perecer ante ti,
qué en tus sábanas me enredes
y en tu cuerpo
y de ellas,
cometer suicidio una y otra vez.
Como la ruleta rusa,
disparas tu dolor en mi sien
y ese crujir de mi cráneo no es otra cosa
que los dos arrastrándonos como serpientes
ante este mal que causaron ellos.
Y bebiendo de nuestros venenos
pactamos una fusión,
ante nuestra desesperada devoción.
Fue él y fue ella,
y ahora sólo somos los dos,
una ciudad que alberga: tus plumas y mis escamas,
tus alas y mis colmillos,
augurando un mundo sin ficción.
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